El 4 de mayo los alumnos de 4º de la ESO emprendieron su viaje de fin de curso a Italia y durante este periplo visitaron seis ciudades.

Comenzamos en Roma y durante dos días recorrimos la “Ciudad eterna” en un hermoso viaje en el tiempo desde la Antigüedad hasta el Barroco. Visitamos lugares emblemáticos y únicos como el Panteón de Agripa, el Coliseo y los Foros de Roma, el Ara Pacis, la Iglesia del Gesú, Santa María del Popolo, la Plaza de España y la “Fontana di Trevi”. En los museos vaticanos, disfrutamos de una visita guiada donde pudimos apreciar, gracias a las amenas explicaciones de las guías Claudia y Lore, obras de arte como el Laooconte y la Capilla Sixtina. Nuestra ruta por El Vaticano acabó en la plaza de San Pedro, después de haber visitado la Basílica.
Caminar por esta ciudad fue un auténtico placer, además de agotador teniendo en cuenta el poco tiempo del que disponíamos, tan solo dos días; pero mereció la pena por la historia, la cultura y la belleza que desprende. 

El tercer día, tras visitar las Catacumbas de Santa Domitila, cambiamos de región. En la Toscana paramos a comer en Siena donde nuestros alumnos pudieron ver la Plaza del Campo, escenario de su fiesta más importante: el Palio.

Finalmente, llegamos a Florencia una ciudad de la que es imposible no enamorarse. Tanto esa noche como el día siguiente vimos su imponente catedral, así como Santa Croce, San Lorenzo, el David de Miguel Ángel, la Piazza de la Signoria y el Ponte Vecchio. 

Tras una breve estancia en la ciudad que alberga la universidad más antigua de Europa, Bolonia, llegamos a Jesolo donde nos alojamos los últimos días del viaje y desde donde tomamos el “vaporetto” para dirigirnos a Venecia y poder disfrutar de un escenario único, recorrer sus canales en góndolas y hacer las últimas compras para regalar a nuestros familiares un recuerdo de nuestro paso por Italia.

 
Llegó el día 10 de mayo, el viaje acabó en Padua y con la emoción de nuestros chicos y chicas a flor de piel. En él, han vivido durante una semana experiencias que recordarán para siempre, aprendiendo además a convivir, a valorar la amistad y la importancia del grupo, a administrar el dinero,...
Los profesores, Cristina y Benjamín, han disfrutado con ellos y, sobre todo, con su ilusión y participación. Tampoco olvidaremos este viaje.

Cristina Carrasco y Benjamín Montoliú Díez