Una vez arriba, pudimos contemplar los dos miradores que hay allí: el mirador de Vicente Aleixandre y el Mirador-Posada de Luis Rosales. Ambos fueron poetas españoles muy conocidos y los dos fueron homenajeados con dichos miradores. A uno de ellos se le otorgó el nombre de Vicente Aleixandre ya que se terminó el mismo año que murió el autor y, al otro, el de Luis Rosales, porque pasó gran parte de su vida allí y dedicó muchos de sus poemas al pueblo de Cercedilla. Además, el autor siempre quiso que fuera un lugar para meditar y contemplar el paisaje. 

A continuación, seguimos la senda de los poetas hacia el Reloj Solar de Cela pero no pudimos aprovecharlo bien ya que apenas salió el sol ese día.

 

Después, paramos en la pradera de Navarrulaque donde comimos y echamos un rato. Fue una pena ya que nos llovió bastante en este punto. A pesar de eso, los chicos disfrutaron y se lo pasaron en grande.

 

Finalmente, comenzamos la bajada hasta llegar de nuevo a la calzada romana y a la zona de las Dehesas donde nos esperaba el autobús de vuelta.

¡En total recorrimos unos 12 km!

 

¡Fue un día genial!

¡Repetiremos!

 

Aquí os dejamos algunas fotos de este día en la montaña.