El 4 de abril los alumnos de 4º de la ESO emprendieron su viaje de fin de curso a Italia y durante este periplo visitaron once ciudades de la Toscana, Emilia Romana y Veneto. Comenzaron en Bolonia y durante ese día recorrieron la “Ciudad roja” en un hermoso viaje en el tiempo que nos traslada desde la Edad Media hasta la actualidad. Visitaron lugares emblemáticos y únicos como el San Petronio, la Basílica de Santo Stefano, la universidad más antigua de Europa y la Torre del Palacio de Accursio. En dicha torre, que data del siglo XVI, pudieron ver de cerca la maquinaria del reloj e incluso subir a la torre central por sus escaleras angostas. Cayó la noche y, ya en la Toscana, durmieron en Florencia, ciudad de la que es imposible no enamorarse.
El segundo día, los alumnos, empezando a asimilar la grandeza del entorno, y perdiéndose a lo largo y ancho de las transitadas calles florentinas visitaron su imponente catedral, así como Santa Croce, San Lorenzo, el mirador de Miguel Ángel, la Piazza della Signoria, Santa María Novella, el Palacio Pitti y el Ponte Vecchio. Caminar por esta ciudad fue un auténtico placer para todos, además de agotador si tenemos en cuenta el poco tiempo del que disponían. No obstante, lo exprimieron al máximo, embriagándose de su historia, su cultura y belleza, así como participando de la famosa tradición de acariciarle el hocico al Porcellino, atrayendo para sí la fortuna de volver a este idílico lugar.
Al dia siguiente visitaron la imponente catedral de Pisa, con su famoso campanile inclinado, y conocieron Lucca, cargada de una impactante arquitectura tanto civil como religiosa. El día 7 de abril, para despedir la Toscana, los alumnos descubrieron tres ciudades en las pareciera que antaño el tiempo se detuvo. La primera, Volterra, como una cumbre borrascosa, les recibió con un clima algo nuboso que se disipó cuando contemplaron las ruinas de su impresionante teatro romano. El apetito abrió en San Gimignano, un lugar mágico empedrado por su belleza y encanto. Para acabar la jornada, llegaron a Siena donde pudieron conocer la Plaza del Campo y su peculiar historia, escenario de su fiesta más importante: el Palio.
Tras una breve estancia en Ferrara y una visita más profunda a Padua, llegaron a Jesolo donde se alojaron los últimos días del viaje y desde donde tomaron el “vaporetto”. Este particular medio de transporte les dejó en Venecia, donde disfrutaron de un soleado día y de un escenario único, recorriendo sus canales en góndolas y haciendo las últimas compras, pues el deseo de llevar un recuerdo a sus familiares fue una constante con el paso de los días.
Llegó el día 10 de abril y con él el final del viaje. Antes de despedir Italia en el aeropuerto de Marco Polo, Vicenza esperó a nuestros chicos y chicas, haciendo de ellos los protagonistas del majestuoso teatro romano. Sus decorados no pasaron desapercibidos a unos alumnos que han encarnado su mejor papel, disfrutando en su rol de alumnos y, sobre todo, de amigos. El telón bajó, pero a ellos les quedó el grato recuerdo de haber conocido un poco más su mundo, de haber aprendido a convivir, a administrar su dinero y, ante todo, a valorar la amistad y importancia del grupo.
Sus profesores, Benjamín y Raquel, se lo pasaron como niños pequeños y recuerdan este viaje con tanto cariño como el que disfrutaron a la edad de sus alumnos. Su ilusión e implicación les hizo recordar la importancia de la educación y lo enriquecedor y agradecido de dedicarse a la docencia. Desde aquí, gracias. «
